El orígen de esta ciudad fue la creación de un penal para los presos más conflictivos de la cárcel de Sidney, allá por 1823 por orden del governador Sir Thomas Brisbane. En un primer momento el penal se estableció en Redcliff, pero debido a la aridez del eterreno y a la hostilidad de los aborígenes autóctonos se tuvo que trasladar y buscaron otro sitio remontando el río Brisbane.

Los primeros colonos arrivaron a la zona en 1837, pero existía la prohibición de que estos se establecieran a menos de 80 kilómetros a la redonda. En pocos años el crecimiento de la ciudad de Brisbane fue espectacular y cuando en 1859 Queensland fue nombrado estado australiano y se le otorgó cierto autogobierno, Brisbane fue nombrada su capital.

La economía se revitalizó tras el hallazgo de carbón, plomo y plata. Pero cuando realmente se convitió en una ciudad moderna fue con la industria minera a mediados de los años setenta. A partir de entonces eventos como los juegos olimpicos de la Commonwealth (1982) o la Exposición Universal (1988) la dieron a conocer internacionalmente.
Ahora, Brisbane, es una ciudad actual con gran cantidad de actividades culturales y con una intensa vida nocturna.